sábado, 14 de febrero de 2009

REFLEXIONES

CONCEPTOS PRELIMINARES

Les comento, a modo de adelanto, esto que pretendo que sea una investigación de lo que, en principio, me parece un tema interesante para explorar y que será desarrollado en la práctica de los talleres de Actuación: APRENDIZAJE Y CREATIVIDAD, desde un plano bio, psico, social, y específicamente, desde la pedagogía teatral.
No fue fácil, porque no es sencillo llevar a cabo un proyecto de investigación sobre algún tema de la problemática teatral y, específicamente, de la pedagogía teatral.
Producido el hecho, decidido el tema, la percepción, la sensación de vacío, fue paralizante.
¿Y ahora qué hago?, me dije. Por dónde empiezo? Quería sintetizar 25 años de labor pedagógica y discernir lo esencial de lo superficial, lo particular de lo general, y no me resultaba fácilmente accesible, pero al mismo tiempo me atraía el desafío, la posibilidad de estudiar e investigar un tema teatral y/o pedagógico en particular.
Tarea, la investigación, que no me resultaba desconocida ya que había explorado temáticas específicas para mi tesis de Psicólogo Social.
El disparador para el viaje ya había sido efectuado y en el inicio del proceso nacieron las preguntas.
¿Qué tema abordo? ¿Por dónde empiezo? ¿Qué investigo? ¿Cómo? ¡Son tantos los temas que me preocupan, que quisiera tratar, desarrollar, con los cuales quisiera comprometerme...!
Ya estaba creada la necesidad y el objeto de conocimiento era inasible, difícil de aprehender. Caos y confusión. Ese anhelado objeto del deseo aparecía y desaparecía en mi imaginación; mi facultad creadora estaba bloqueada, mi capacidad expresiva paralizada. Una situación dilemática, sin solución aparente...
Así fue en un principio. Lo mejor que pude hacer entonces, fue ponerme en estado de “disponibilidad”, de “escucha” perceptiva de mis propias sensaciones, (mi experiencia como actor me procuraba la técnica para accionar ante un conflicto vincular que se me presentaba en la vida), de mi mundo interno y del mundo externo, de mi historia personal, de mi experiencia de vida, para poder tomar la posición instrumental y hacer una ADAPTACION ACTIVA A LA REALIDAD.
Pude pensar, imaginar, accionar. Pude reflexionar sobre mi experiencia como actor, como docente teatral, como director, sobre mi experiencia de vida, sobre mis inquietudes respecto de la dinámica de los grupos de trabajo y de aprendizaje y de las herramientas con que habitualmente implemento la pedagogía teatral y la coordinación grupal, cuyos logros son gestión, desarrollo y concreción de proyectos personales y grupales.
Desde esa necesidad hice un aprendizaje. Con esa necesidad hice un aprendizaje.
Aquella actitud de sentidos y mente abiertos del principio del proceso de investigación, se convirtió, como resultado, en un modus operandi, en algo mucho más importante que una mera herramienta para investigar. Resultó una filosofía, una metodología y una postura concreta puesta al servicio del trabajo de búsqueda.
Mi trabajo específico como actor, docente y director es creativo. Exige, se necesita, sensibilidad humanística para poder percibir el objeto con el que uno necesita vincularse, conectarse profundamente con él y modificarse dialécticamente en una interrelación creativa.
Desde estas vivencias paralelas, la Actuación y la Práctica Pedagógica, que se unen y se enriquecen mutuamente en mi vida cotidiana, pude pensar, sentir, accionar y descubrir el material que me conmueve para desarrollar este proyecto de investigación.
Sintetizando estas experiencias, uniéndolas a todas en una, pude definir la disciplina que expresara mis inquietudes y que fuera el leiv motiv de mi investigación.
Por estar inmerso en ella, quizás, no pude visualizarla en una primera instancia, pero poco a poco, el tema me fue siendo revelado: APRENDIZAJE.
Lo que intento destacar y valorar desde esta propuesta que podría denominar “APRENDIZAJE. PEDAGOGÍA DE LA DIALÉCTICA TEATRAL”, es una posición de búsqueda a partir del propio alumno, de sus propias sensaciones, emociones, imágenes, y de su conexión con los objetos, con el espacio, y con el otro, y de una herramienta para investigar el aspecto vincular y expresivo en relación con situaciones dramáticas y el desarrollo de un instrumento corporal perceptivo y sensorialmente sensible, libre y creativo.
Pero no se trata solamente de adquirir conocimientos sobre el modo de “tener”, sino de las posibilidades sobre el modo de “ser”. La percepción de la CARENCIA y la NECESIDAD DE SATISFACCIÓN, permiten la liberación del DESEO, la DISPONIBILIDAD DEL SER, para desarrollar los impulsos que organicen la acción, para el logro del objetivo deseado, la verdadera adquisición de conocimientos.
La escuela tradicional fabrica inadaptados en tanto y en cuanto en lugar de aceptar y propiciar esta dialéctica NECESIDAD-ACCION-SATISFACCION y ayudarla a evolucionar, lo que hace es rechazarla, o desconocerla, o minimizarla, no dejando otra posibilidad a la expresión de impulsos que el síntoma.
La propuesta de esta pedagogía de la dialéctica teatral, es aceptar, reconocer y propiciar estos impulsos, desde su nivel más primitivo, es decir, a nivel corporal, permitiendo su expresión, favoreciendo su evolución progresiva hasta las formas más abstractas.
Se trata de modificar estructuras, liberar y desarrollar el aspecto lúdico, (“RESCATAR EL NIÑO PERDIDO”; “LIBERAR A DIONISIO”), sumergido en profundas capas de “cultura” que lo paralizan y desvirtúan.
SOLO SE PUEDE ASIMILAR BIEN LO QUE UNO MISMO VIVENCIA.
La evolución, el cambio, el aprendizaje, se llevan a cabo superando modelos, confrontando teorías y prácticas, en un proceso dialéctico que aproxime, y que permita, el acceso a los espacios de la creatividad.
LA VIVENCIA ES UN HECHO OBJETIVADO POR UN DETERMINADO COMPORTAMIENTO.
Tenemos, a posteriori, por supuesto, las distintas interpretaciones teóricas que se pueden dar desde el exterior. Un mismo hecho observado es factible de distintas lecturas por distintos observadores, lo que enriquece al objeto observado, (alumno, improvisación, situación dramática, obra, etc.) y al observador.
Lo esencial reside en que esa dialéctica comunicacional evolucione en el proceso de aprendizaje. El arte del docente también estriba en acompañar ese proceso y mantener esa dialéctica.
Y estoy hablando de ENSEÑAJE (ENSEÑANZA / APRENDIZAJE).
Esta pedagogía abierta se nutre de esa dialéctica y en esa coherencia constante entre PENSAMIENTO-SENTIMIENTO-ACCIÓN, y en ese proceso activo y orgánico que determinará conceptual y prácticamente el vínculo sujeto-objeto: DE LA PERCEPCIÓN A LA EXPRESIÓN.
La evolución del alumno de Actuación depende no sólo del desarrollo de sus capacidades sensoperceptivas, imaginativas, de adaptación, de improvisación, de estructurar situaciones dramáticas, de crear personajes, sino también de su capacidad de inserción, adaptación a su grupo, en función social y de operar dialécticamente desde la calidad de comunicación que pueda establecer.
La importancia que, desde mi experiencia, requiere la dinámica del proceso grupal, me ha conducido ha dedicar gran parte de esta pedagogía a investigar la COMUNICACIÓN, la PERTENENCIA, la COOPERACIÓN, la COMPETENCIA, la TELÉ (calidad de los vínculos), las ANSIEDADES, los MIEDOS, las RESISTENCIAS, los ROLES, para que se den la condiciones de APRENDIZAJE en un grupo autogestor, creativo y contenedor de los alumnos que lo componen
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